Muy buena idea la que han tenido desde Gillette para
promocionar la máquina de afeitar Proglide. Y es que, aprovechando el tirón de
los Juegos Olímpicos, no se les ocurrió cosa mejor que instalar un podio en medio
de un supermercado alemán. En lo más alto del podio situaron el producto en
cuestión, con lo que se hacía necesario subirse a él para alcanzarlo.
Lo más gracioso de todo es que cuando alguno de los consumidores cogía el producto, inmediatamente se ponía en marcha un flashmob, con bailarines, fans, fotógrafos, globos, música y banderas alemanas incluidas. Los clientes, como cabe esperar, se quedaban perplejos ante la situación que estaban presenciando.
Como veis, una magnífica forma de atraer al consumidor hacia la marca y generar engagement ;)
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